Es muy sencillo de hacer, saludable y aporta una ración diaria de verdura. Otro día pondré recetas más elaboradas, pero este consejo es ideal para cuando no puedes dedicarl un tiempo a hacer la cena.
Procura tener siempre verduras congeladas en el congelador. De esta forma, sólo tienes que ponerlas en un recipiente apto para microondas y echarle una pizquita (ya sabes, escasa) de sal. Las calientas al máximo durante 20 minutos, las sacas con cuidado y les echas un chorrito de aceite de oliva.
La combinación que más utilizo es la de guisantes y espinacas. A menudo la completo con zanahoria y, si tengo tiempo, con un poco de arroz. Como queda también delicioso es cociendo espinacas y luego echándole un lata de atún y unas pasas, aunque ya no es una cena tan ligera.
Efectivamente, la complejidad de este menú no llega ni a la categoría de receta, por eso es la idea perecta para cenar a diario: con recetas más complicadas, la pereza y la falta de tiempo acaban cargándose nuestra dieta.
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